miércoles, 19 de diciembre de 2012

Hasta donde contar.


La semana pasada fue una semana de controles, algo que por muy espaciado que sea es algo a lo que no me acostumbro.

Pero Diego ya empieza a ser mayor y me planteo varias dudas, ¿tendrá edad para entender ciertas cosas?, ¿le puedo decir ya lo que va a pasar o no?, ¿permanezco inmóvil y relativamente ausente mientras él llora?.
Al plantearme estas preguntas y seguramente mil más, todos me dijeron que no le hablara aún de lo que iba a suceder.
Y yo, le vi sentado tan valiente frente a la sala de extracciones, imagino que pensando que el doctor o doctora le iba a escuchar el corazón y poco más, que me invadió la pena, un sentimiento de traición y culpa... yo sabía que le pincharían, que él lloraría, que me buscaría con la mirada pensando por qué permito que le hagan daño... y no pude más, decidí contarle lo que iba a pasar.

Uff, todavía me entra algo en el cuerpo si lo pienso...

Como era esperable comenzó a llorar diciendo que no quería que le pincharan, yo trataba de explicarle que era necesario, que iba a ser un momentito, que no iba a doler tanto como pensaba, y nada sirvió. Lo irónico es que entró muy valiente y sin lágrimas, pero en el momento del pinchazo lloró como era lógico que hiciera.

Después todo fue de mal en peor. Ya no quería que le hicieran fotos a sus huesitos, no le divirtió en absoluto que a mamá le pusieran un delantal super chulo que pesaba muchísimo, y por supuesto mamá volvió a hacer el papel de bruja malvada porque tuvo que sujetarle los brazos y demás...
Para colmo nos dijeron que ya nos podíamos ir, y claro, más felices que unas perdices nos fuimos en metro, pasamos por una librería a comprar un cuento y unas chuches por haber sido un campeón (algún día revisaré este término porque me da que tanta lágrima y forcejeo no entra dentro de lo que uno diría que es un campeón, pero vamos, que tiene tres años) y ahí recibo la llamada del hospital diciendo que nos hemos ido sin hacer la ecografía.

Y haber como le cuentas tú al niño que debemos volver.

Pues volvemos, y volvemos al mismo sitio donde le han hecho fotos a sus huesitos, así que el niño que retener, ya retiene me dice que no le van a volver a sacar fotos, así que de nuevo trato de explicarle que esta vez vamos a ver su tripita en una televisión (que para qué quiere el niño tanta información), ya desde ese momento se negó en rotundo.
Y al momento de entrar ya preguntó si le iban a pinchar, le decimos que no y ya nos amenazó con no querer tumbarse en la camilla, y como mamá es mucho más cabezota que tú y la enfermera no tiene ni tiempo ni ganas de aguantar niños, le subimos a la camilla y por supuesto la enfermera que imaginamos es su papel o es que después de Diego puede irse a tomar un café, con toda la amabilidad que la caracteriza sujeta al niño las piernas con toda su mala leche y algún kilito extra... amenaza al niño, y yo ya empiezo a ver que esto no va a funcionar...

Trato de usar la táctica mamá te quiere más que nadie que desde luego no funciona, uso el fantástico chantaje yo diría emocional, porque si te portas bien luego compramos, o vamos, o hacemos... que desde luego tampoco funciona, el niño ya no llora sino que grita que le dejen en paz, basta ya, ya no más... y a mí se parte el alma, y noto que lo hace a trocitos y me miro a través de sus ojos y se rompe aún más... tú, quien me quieres más que nadie, sujetas mis brazos y me pides que esté quieto a cambio de chupachups, ahí estás diciendo que me adoras y consientes en que esta gente extraña me haga daño con esta máquina (que a ver, madres del mundo, es un ecógrafo, y sí, es incómodo y el gel está frío, pero daño, lo que se dice daño, no hace) pero él tiene tres años y lo que quiere es que todo termine, irse a casa y jugar... Pero tú sigues allí, mintiéndole y mirándole además a los ojos, a esos ojos que no entienden porque cada tres meses ha de ser igual o parecido, y tú, que crees que ya es mayor para saber, le explicas lo que pasará porque no quieres mentirle, porque no quieres sentirte culpable...

Hay varios tipos de crueldad y esta enfermedad es una de esas formas... porque no distingue entre niños y adultos, porque te obliga a hacer cosas que aún sabiendo que son necesarias son dolorosas o incomprensibles para personitas que debían estar en el cole jugando con sus compañeros a pillar o peleándose con Izan para variar... y no frente a una aguja y a una señora que si alguna vez tuvo sensibilidad la perdió en el autobús...

Para colmo el día de los resultados, cuando al pobre niño le juro y le perjuro que esta vez no le van a pinchar, solo a mirar, nos dicen que los análisis de la enolasa no están porque la sangre se coaguló y que... (una pausa para dar emoción....) sí!! hay que volver a pinchar!!.

Y como si llevara a mi pobre niño al matadero, nos vamos caminando hasta la sala de extracciones, nos sentamos en el banquito y él me dice: Mamá, aquí me pincharon la otra vez!.
Sí, mi amor... (¿y ahora qué?, ¿le digo que otra vez le pincharán?, ¿me hago la loca y que salga el sol por donde quiera?)... y tú le  habías prometido, que esta vez no le pincharían...

lunes, 3 de diciembre de 2012

Culpable por no mirarla



El viernes fue un día raro, difícil, para olvidar, pudo pasarme de todo y de hecho me pasó. Todo empezó llegando raspados al colegio porue desde que mi señor marido no está en casa todo se complica un poco más.

No recuerdo como poco a poco el día fue complicándose, pero llegó un momento en que pensé qué más puede salir mal??... y no has terminado de decirla, de pensarla... y te das cuenta de que puede pasarte más, mucho más.

Fui a buscar a los niños con bastante bajón anímico, si hasta por ser mala leche el día, a mi señor marido le da por decirme que no quiero buscar un tiempo al día para hablar con él tranquilamente, como si a mí se me hubiera ocurrido la brillante idea de viajar a Chile por más de mes.... y así, con la mala sensación en el cuerpo, el cansancio acumulado y ese abotargamiendo de cabeza típico de una jaqueca que acaba de pasar, fui al colegio.
La andereño de Diego quería hablar conmigo un poquito, así que dejé que todos los papás recogieran a sus niños y cuando quedó por completo desocupada me acerqué a ella, en ese momento Sofía me dijo que quería beber agua, así que yo le dije que cuando terminara de hablar con andereño iríamos a la fuente a beber agua.

Lo que hablé con la profesora de Diego fue muy breve, coordinar una cita para hablar de la adaptación del niño y comunicarme que estaba en la lista para que la logopeda del colegio le viera... eso fue todo... y al darme la vuelta, Sofía no estaba.
Tomé de la mano a Diego y nos encaminamos a la fuente, allí no estaba.
Pregunté a una amiguita que estaba jugando allí si la había visto, me dijo que sí y que se había ido corriendo en dirección a la gela (aula) de Diego, allí nos fuimos nuevamente, y no, no estaba allí. Avisé a la profesora de Diego que no la veía, y ella se quedó con el niño mientras yo me daba otra vuelta por el patio lleno de niños y sobre todo niñas con uniforme azul, lazos azules, chaquetas azules, de repente el patio del colegio me pareció la aldea de los Pitufos o uno de los libros en los que tienes que encontrar a Wally...

No fue mucho tiempo, pero me encontré dando una vuelta sobre mi misma y darme cuenta que no encontraba a mi hija, el pánico se empezó a apoderar de mí, me sentí la peor madre de este mundo, me costaba respirar y no podía pensar en nada. De repente noté un toque en la espalda, al girarme allí estaba el conserje del colegio con una niñita de la mano... Empecé a llorar como una niña pequeña, sin consuelo y sin poder articular palabra, sólo agarré a Sofía de la mano, y traté de dar las gracias a Santi, esta maravilla de hombre que siempre está atento a todo lo que ocurre en el colegio...

En cuanto a Sofía, ni la achuché ni la sermoneé, me miró y me dijo, mamá, yo también estaba llorando... Me imagino, cariño... mamá tenía mucha pena porque no conseguía verte... fue ella la que se abrazó y yo no podía dejar de llorar pensando en qué hubiera sido de no volver a verla, de que mi día había sido malo, pero nunca ni la cuarta parte de terrible si no hubiera encontrado a la niña...

Todavía no se me pasa el susto, no hago más que darle vueltas al asunto, ¿cómo pude perderla de vista?
No dejo de culparme y pensar que quedó en un susto, pero pudo haber sido el peor error que haya cometido en mi vida, dejar de mirarla un par de segundo...

Afortunadamente está en casa y todavía me dice que no se va a separar de mí, ojalá el susto nos haya servido a las dos!.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Lloro, lloras, lloramos...


Èl es el príncipe de mi casa, el que me conquista, el que quiere llevar las bolsas de la compra porque es un chico "ande", el que me guiña un ojo cuando sabe que va a hacer algo que no está bien, el que es capaz de estar todo el día disfrazado de pollo con una solana de espanto, el que me dice que soy su mamá favorita (menos mal). Es bueno con los números, con las construcciones y despunta en saltos y gimnasia... pero (y es que generalmente casi todos tenemos un pero), por más que le quiera y le adore, mi niño es un llorón.

Hace tiempo a todo aquél que se lo decía le miraba con cara de perro, si hasta enseñaba los dientes y creo que incluso gruñía, el niño era simplemente sensible y era su forma de expresar lo que sentía, era algo natural y normal y punto.
Es más, eso de que los niños no lloran me ponía de los nervios (y me pone). ¿Còmo que los niños no lloran?, ¿no son personas?, ¿no son niños todavía?...

Pero de un tiempo a esta parte sus llantos me tienen enferma.

 - Diego cariño vamos al cole - Nooooooooooooo! (llanto y lágrimas) al cole otra vez no!!...  Y así media hora.
 - Diego mi amor, a comer - Nooooooooooooo (llanto y lágrimas otra vez) no me gusta! - Pero si no lo has visto todavía - No me guuuuuusta (siguen las lágrimas)... - Por favor, siéntate a la mesa - Uhhhhhhhhhhhhhhhhh, noooooooooooo, no me guuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuustaaaaaaaaaaaaa!
- Gordo, es hora de apagar la tele - Nooooooooooooooooo, (llanto otra vez) quiero ver los dibujos!!, nooooooooo, mis dibujos nooooooooo!, cariño ya es hora y punto, hay que apagar la tele. - Nooooooooooooooo!! Nooooooooooooooooo! (seguido de las acostumbradas lágrimas y llantos).
- A la bañera!! - (Mismo que arriba)
- Ya... a la cama... (para qué escribirlo, ya me imagino que os queda claro que viene en este momento)

Para lo único que mi hijo no llora es cuando digo: Anda mira, una chuche!.

Es un niño muy mono, súper divertido, chistoso, muy centrado y sociable, pero ese lado llorón que a veces le sale ya no lo soporto.

No os comentado que mi señor marido se fue a Chile hasta el 1 de Enero para arreglar varias cosas que dejamos pendientes y aprovechar de ir a la gala de fin de curso de su hijo mayor que ya ha terminado el colegio y este año empezará la universidad...

 Bueno, pues eso que yo justificaba y que insisto, no me parece mal que el niño exprese sus emociones, que  llore cuando quiera o necesite llorar, pero cuando llora por todo y en todo momento termina por estresarme, sobre todo porque no es el único niño de la casa, no tengo todo el tiempo que me gustaría para dedicarle a él y a sus lágrimas.

Generalmente le dejo llorar y sólo si trata de hablarme le pido que lo  haga sin llorar, sobretodo porque no le entiendo, respiramos juntos (como en trabajo de parto, jajaja!) hasta que consigue decirme algo sin llorar, y digo algo porque es sólo empezar, luego hace puchero nuevamente y sigue con llanto. Como he dicho me importa un pito si alguien me dice o más bien le dice que los chicos no lloran, es un niño y además es humano, pero en realidad parece un buzón de correos todo el día con la boca abierta...

Juro que cuando su padre vuelva la que se marcha dos meses es la menda, que anda que no tiene ganas de unas vacaciones, y eso que ya ni siquiera pido un SPA o un viaje a Cancún, sólo vivir una temporada sin pañales y sin llantos!!

lunes, 26 de noviembre de 2012

La princesita ya camina

La verdad es que algo  tarde, no... no es eso, es que ella ha empezado a caminar más tarde de lo que sus hermanos lo hicieron. Pero qué manía con comparar.

Ella es una princesita y va a su ritmo, al de ella... tiene un año y dos semanas, seis dientes, no dice ni una palabra y acaba de darse cuenta de que caminar, no es tan malo.

Empezó a caminar antes de cumplir el año, pero de repente se enfermó, perdió fuerzas y cuando se encontró algo mejor no tenía las fuerzas necesarias para mantenerse del todo en pie, y creemos que le dio algo de miedo lanzarse sin estar segura, así que nuevamente a su ritmo, con apoyo de todos (incluídos sus hermanos) se ha soltado.

Ya no se agarra a los muebles o las paredes (bueno, a ratos sí, es lógico), pero parece que la independencia que da ir de un sitio a otro sin ayuda y sin necesidad de ver qué objeto cercano hay a mi disposición le ha gustado.

Y yo por supuesto, mamá feliz... aún no domina el arte de caminar del todo, pero es un principio.

viernes, 23 de noviembre de 2012

No estaba muerta, estaba de parranda...

Madre mía, la de tiempo que hace que no escribo... Es imposible poneros al día de todo lo vivido este tiempo, pero a modo de resumen os cuento que ya estamos en España, instalados, buscando trabajo, con los niños en el cole, yo encantada y mi marido con los nervios a flor de piel, y es que no tener trabajo, asusta!

Yo he ido haciendo alguna cosilla con la que hemos ido saliendo adelante, pero es difícil, aunque lo tomamos con humor, y confiamos en que todo saldrá bien.

Los niños fenomenal... Rocío ya está enorme y los dos mayores van al cole con uniforme (algo que me encanta porque así no pienso que hay que ponerle hoy y mañana), están aprendiendo euskera a su ritmo y aunque al principio por lo menos a Sofía le costó un poquito, ahora ya tiene amiguitas en el cole y va encantada.

Diego, bueno a él le gusta más estar solito, pero todas las niñas de su clase le quieren como amigo, qué mono, eh???... Lo que más le cuesta ahora es comer, nada, no quiere comer nada... ya no sé si meterle la comida en vena, o simplemente darle un par de ....

Bueno, ahí os dejo una fotito de los tres mosqueteros.

domingo, 29 de abril de 2012

De suegras y una casa en alquiler.


Pues lo que se suponía que iba a ser un día tranquilo y apacible del mes de abril, se convirtió en una visita de la abuela de mis hijos y una conversación pendiente desde hace años.
Y es que mi relación con mi familia putativa (mira que suena mal!....  por eso me gusta usar esta palabra, jajaja!)... pues no es del todo buena.

El caso es que llega la  hora de que los peques se vayan al cole, así que mi señor marido los lleva dejándome aquí con su santa madre (que se iba justo después de tomar el cafecito)... una cosa lleva a la otra y la conversación se va dirigiendo a la relación que nosotras mantenemos desde tiempos inmemoriables...

Claro, de ahí a terminar sacando trapos sucios no había más que un paso... la conversación no terminó en mala onda, pero creo que cada cual sigue viendo que la otra tuvo más culpa que una misma... Yo no sé por qué ella se siente tan mal con su otro hijo y mi marido, dice que la dejaron sola cuando más los necesitaba, pero yo pienso que como madre tienes que aguantar muchas cosas que te pueden doler, pero tus hijos son siempre los que te necesitan...

A ver, mi marido tuvo un hijo muy jovencito, y su hermano idem de lo mismo... todo esto fue en el momento en que ella se separaba de mi suegro y con una niña de ocho años en casa, según ella sus hijos tenían que haberse preocupado un poco más de las dos, si tenían o no para comer, si estaban bien o mal... y la verdad es que no discuto que así debiera haber sido, pero tal vez sus hijos necesitaban a sus padres porque sus vidas no eran del todo mucho mejor, jóvenes, con hijos a los que mantener, seguir estudiando, etc...

El cuento es que mira tú por donde, el embarazo de Rocío coincidió con el primer embarazo de mi cuñada... cuando a mi cuñada le dijeron que tendrían que hacerle una cesárea en la semana 37 por una enfermedad que se suele dar durante el embarazo (creo que en el hígado), todos y digo todos se presentaron en la fecha señalada en la clínica en cuestión y esperaron tanto al bebé como a la madre y palabra.

martes, 27 de marzo de 2012

Controles médicos.


Cada vez que Diego debe hacerse sus exámenes médicos me tranquiliza porque sé que si su enfermedad vuelve estará bajo control, pero el miedo nos vuelve a invadir porque si vuelve, será otra vez empezar una pesadilla.

Hoy ha sido ese día en el que mi pequeño tiene que ser ingresado para hacerse todos los exámenes necesarios, y a pesar de que hablo con él muy seguido, no deja de ser un dolor intenso, saber que lo tiene que volver a pasar mal con los pinchazos, los contrastes, etc..., saber que a pesar de anestesiarle en alguna de las pruebas, sale de ellas llorando y con pena.

Menos mal que si algo bueno tienen los niños, es que pasado el momento se les olvida por lo que tuvieron que pasar. Una de las veces que he hablado con él me dice: mamá, estoy aquí, otra vez... se me parte el alma escucharle con su lenguita de trapo todavía y esa vocecita...

Ahora Diego juega a que es Buzz Lightyear, se pasa el día diciendo: hasta el infinito y más allá... llamando al comando estelar, aprentando botoncitos imaginarios en su brazo como si fuera el láser y esas cosas... y hoy, para ponerle la nota cómica a su paso por la clínica jugaba con la vía que le ponen para meter el contraste, como si fuera el láser de Buzz...
Así son los niños... lo que hace un minuto le hace llorar, se convierte en parte del juego.

Al llegar a casa su hermana le pregunta: Como está tu pupa???... y el responde: sí, aquí, me picó un mosquito...
Bueno, supongo que a pesar de todo los niños tienen esa facilidad para olvidar, un poquito memoria de pez, lo que es bueno, porque pasar por todo esto y recordar, no debe ser grato para un niño que aún no cumple tres años.

Me da pena porque si bien mi madre dice que tengo unos niños asalvajados, creo que mi gordito es hasta educado... a pesar de lo mal que tiene que pasarlo, le dice gracias a las enfermeras y se despide de ellas con un beso... Mi angelito!!.

Lo mejor del día es que siempre tiene un premio por haber sido todo un campeón... algo que a él le encanta... no sé si el premio o sentirse un campeón... un premio que podemos compartir todos... y para papá y mamá el premio es tenerle con nosotros, disfrutarlo cada día y que nos brinde esos gestos tan suyos, sus sonrisas, su risa contagiosa y todos los besos que a él le gusta regalar...

domingo, 25 de marzo de 2012

¿¿Te hiciste o te hice grande??


A veces pienso que tener tres niños tan seguiditos fue algo bueno, realmente bueno, aprendieron desde pequeños lo que era compartir, lo que eran los juegos de a dos, inventaron, imaginaron, se acompañaron.. bueno, lo siguen haciendo claro... y lo mejor es que ríen muchísimo juntos y creo que lo que viven hoy en día los dos mayores juntos, no tiene precio.

Pero otras veces miro a Sofía y pienso todo lo que entre comillas la he hecho perder al tener tan seguidito a su hermano... es como la reina destronada, nunca ha podido sentirse la niña mimada, como tal vez debiera haber sido... hoy la miro como la hermana mayor, la que debe saber más, la que debe entender mejor, la que debe ayudar... y en realidad todavía es demasiado pequeña para tener alguna responsabilidad.

Quiero decir que... cuando otras mamás esperan a esta edad para plantearse ir a por el segundo, Sofía ya tiene dos hermanos más para compartir todo... juegos, sí... pero para compartir a mamá a papá, al resto de la familia, los dulces y la mayoría de las cosas.

Trato de pasar tiempo a solas con ella, vamos juntas a comprar alguna que otra cosita, salimos juntas a muchos sitios, pero sigo sintiendo que la hice mayor antes de serlo... otras veces me encanta verla con sus hermanos y sobretodo enseñándole a Rocío cositas... traduciendo las cosas que no entendemos de su hermano y explicándole muchas cosas que ella sabe y él no.

Princesa... dentro de una semana cumples cuatro años y aún no sé si te hiciste mayor o yo te hice así de grande... pero sé que te quiero con locura y pasión...

miércoles, 21 de marzo de 2012

El caos de irse a dormir


Sí, son pequeños..., pero son más... y lo saben... y es que tenía que haberme quedado claro después de ver la película de Bichos, que lo importante no es el tamaño sino el número... pero no, como yo soy de Bilbao no me debí enterar hasta que ya era demasiado tarde...

Y si durante el día la cosa ya de por sí es difícil, por la noche se complica aún más, y no es que pase nada especial, sólo que después de todo un día de actividad, correr, jugar, saltar, bailar, nadar, vamos, lo que todos los niños hacen y sus padres (ya viejitos por lo que se ve) ya se cansan con sólo mirar... mis hijos aún tienen pilas, y de las alcalinas.

La teoría se la saben de carrerilla y la rutina a la perfección... baño, cena, cepillado de dientes, lavado de cara, hacer pipí, dar un beso a papá y mamá, cada cual con su muñeco y a la cama...

La practica ya es diferente porque todo va bien hasta la parte en la que nos vamos a la cama... uno quiere agua, otro decirle una cosita a papá y por supuesto la peque se pone a llorar, y mientras papá o mamá se ocupan del bebé, uno de los dos aprovecha para colarse en la habitación de su herman@... mientras el adulto supuestamente responsable que queda libre se hace cargo del intruso, el otro niño aprovecha para darse una vuelta por la casa. Cuando vuelven todos a sus respectivas camas, no falta quien se levanta porque ha olvidado decirnos algo, o porque quiere otro muñeco, o porque no quiere dormir, o porque quiere irse a la cama de mamá, o porque.... vamos, que da igual el por qué, lo importante es que pasa...

Y cuando es una noche te parece hasta chistoso, cuando son toooooooooooodas las noches, ya te empieza a parecer un teestásriendodemí????... Y esto, a una madre desquiciada que sigue levantándose a media noche para dar de comer a la más pequeña y acarrea el sueño durante el resto del día, pues como que no!.

Y no, porque quiero irme a dormir a la hora de los bebés, porque me levanto pensando en dormir y me acuesto pensando en cuando podré dormir de verdad... y es que echo de menso esos fines de semana que empezaban a las doce y eso ya era madrugar, en los que por si acaso mejor me hecho una siesta pijamera...

Conclusión: me gusta dormir y no entiendo que a mis hijos no les guste, ¿será que no quieren acabar con el día porque dormir es una pérdida de tiempo?

martes, 20 de marzo de 2012

De niños y de niñas

Acabo de leer en el blog de la Mamá de Parrulín y Parrulinchi una entrada que me ha gustado mucho... métodos para saber si será niño o niña..., (aún no sé si sabes lo que es, pero de verdad me ha encantado)... Y es que tengo que hacerme con un tiempito para poder leer todos vuestros blogs, que va tener que ser mucho porque escribís a un ritmo que me van a faltar tres vidas para ponerme al día... pero a raíz de esta entrada me da por pensar en qué no habremos hecho todas o casi todas las mamás para adivinar antes de tiempo si les vestiremos de rosa o de azul.

Cuando me quedé embarazada de Sofía, quería que fuera niña, en el de Diego, quería niña y con el de Rocío, quería niña... y ahora ironías de la vida, con el que más me río y con el que me lo paso genial es con Diego... tal vez por su enfermedad, porque es el payasete, porque le encanta darme besos y que le achuchen, o simplemente porque es el único niño, anda tú a saber... luego no recordará mi cumpleaños, ni que es el día de la madre, ni siquiera sé si se acordará que tiene madre, que los chicos luego ya se sabe, pero... a pesar de querer niñas, tuve la suerte de tener a Diego.

En cuanto a los métodos diré que ninguno me funcionó, lo de la tripa... pues todas fueron igual y en todas me decían que era niño, y como puedo comprobar, no tenía ningún fundamento.
Puedo decir que ningún embarazo fue igual que el otro, pero el de las dos niñas fueron muy parecidos en cuanto a molestias, vómitos, naúseas, asco y demás... en los tres lo único en común fue el asco al detergente, que sí chicas, vaya asco al olor del detergente y ni aún así me libré de poner lavadoras...

El embarazo de Diego lo pasé genial, ni me enteré que estaba embarazada, sólo engordé cinco kilos y pude llevar mis pantalones de siempre, con las niñas fue horrible, engordé muchísimo y sigo cargando con ocho kilos que no son míos, jajaja!.

El calendario maya y el chino funcionó sólo con las niñas, con Diego no... y ni pensé en hacer el de la medallita ni ningún otro... al final me fié de la ecografía, que para ser honesta, con las con las niñas no hubo más que el simple comentario y con Diego una fotito del pitilín de recuerdo con su nombre en mayúsculas...

Mi prima está en las mismas, en el última eco le dijeron que probablemente sea otro niño, aunque no a ciencia cierta porque era pronto y ella queriendo una niñita... pero al final como se les quiere igual y nos hacen la misma gracia y nos dan los mismos besos y las mismas preocupaciones y sólo tenemos dos posibilidades, lo importante es como todas sabemos, que los bebés vengan bien, sanitos y sin complicaciones...

Así que Mamá de Parrulín y Parrulinchi... si lees esta entrada, "va por u'tede"... y ojalá puedas decirme prontito si gané o no en la encuesta (porque ya he votado, eh?), a ver si me puedo ganar la vida como adivina y le digo a mi marido que no se estrese que vamos a vivir de la baraja, jajaja!.

He vuelto!!

En realidad nunca me había ido, sólo estaba de "vacaciones", ordenando ideas, dedicando tiempo a mis hijos, que ahora que están en casa demandan mucho de mí.
Ha sido difícil tomar tanta decisión junta, que los niños dejaran de ir a la guarde, ir a vivir a España y bueno, la peque ya no es tan peque y duerme menos, pide más brazos y no voy a mentir, me he sentido un poquito desbordada.

Recuerdo días en los que me ponía a escribir en el ordenador sin tener que levantarme y ahora sentarme delante del ordenador puede ser en contadas ocasiones y no precisamente a pasar un rato relajada.

He escrito mil y una entrada, pero no he llegado a terminarlas y mucho menos publicarlas... en serio chicas, estoy muy agobiada, tener a todos en casa me estresa un poco... no por tenerlos, sino porque quiero hacer todo y es imposible hacer algo... empiezo haciendo camas, lavando el desayuno, poniendo una lavadora... cuando me doy la vuelta ya está todo desordenado, los niños peleándose, la peque llorando... y termina el día sin haber podido planchar, y como si la casa se hubiera transformado de la noche a la mañana en un campo de batalla o una leonera... Tengo tanta ropa en el cesto esperando a la plancha que dudo si la ropa que está bien abajo seguirá valiendo a los niños cuando la planche.

Pensé que tener a mi marido en casa sería una ventaja en cuanto al orden y disciplina de los niños, pero que va... está concentrado en encontrar trabajo, en las cuentas y en deprimirse y sentirse fracasado. Lo peor es que no se le puede decir nada, si le dices algo está mal, si no le dices nada está peor, si le digo lo que no quiere oír, soy pesimista, si le digo que todo va a estar bien, soy demasiado optimista, si riño a uno de los niños que soy demasiado exigente, si les dejo hacer, demasiado permisiva... vamos, que es una versión masculina de mi madre...

Tengo ganas de que empiece a trabajar de verdad, porque todo el caos que supone el día en esta casa dejará de serlo...
Para colmo el viaje a España le tiene a mal traer... que allí será un don nadie, que jamás volverá a trabajar en lo suyo, que pitos, que flautas... se está poniendo la tirita antes de tener alguna herida... y en serio que me agota... me agota su negatividad, me agotan los niños porque están todo el día juntos y es normal que terminen discutiendo, pegándose, etc... y Diego... Diego es demasiado llorón... se pasa el día llorando por lo que le sale bien y lo que le sale mal... vamos, que termina el día y lo único que quiero es comer chocolate, darme una ducha y a dormir, pensando que por la mañana todo va a ser igual de caótico que el día que se acaba de ir...

Vaya lata de entrada, jajaja!... se suponía que iba a ser mucho más positiva que así me gusta ser... pero ultimamente lo único que me apetece es coger el avión, plantarme ya en España, rodearme de familia, de buen tiempo, de un paseo por la playa y una paella en casa de mi tío con todos los tíos y primos y la chiquillería jugando en el jardín o disfrutando de la piscina... Con la ayuda de mi madre y mi hermana con los niños, y toda la familia en general (sobretodo con las niñas que son las únicas de la familia, el resto son todo niñitos)...

Comprobado... necesito un descanso... ¿¿alguien sabe de un SPA con guardería??...
Que esta entrada sirva de desahogo... porque prometo volver recargada!!!... tened cuidado!!

miércoles, 8 de febrero de 2012

Gracias


A todos y cada uno de vosotros por vuestros mensajes en la entrada anterior.

Como familia hemos pasado dos años complicados, el terremoto, el cáncer de Diego, la muerte de mi abuelo y ahora el despido de mi marido.

Decidí abrir este blog pensando que nadie lo leería, que sería una especie de diario en el que podría contar como estaba y cómo me sentía... que algún día volvería a leerlo y recordar lo vivido y punto.
En cambio me encontré con personas maravillosas que vivían más o menos lo mismo que yo, maternidad, lactancia, quebraderos de cabeza, embarazos, enfermedades... y que además me daban aliento cuando me hacía falta, muestras de cariño en los momentos que más los necesitaba, humor cuando no tenía ganas de sonreír y esperanza...

Y esas personas sois vosotras y es a vosotras y por vosotras que vuelvo a decir: Gracias!.

Gracias por visitarnos en este pequeño rincón...
Gracias por leernos.
Gracias por vuestros ánimos.
Gracias por vuestros momentos.
Gracias por vuestras palabras.
Gracias por vuestra risa...

Después de mucho pensar los pro y los contra, hemos decidido irnos definitivamente a España... lo sé, sé que allí las cosas no están del todo bien, que encontrar trabajo, sobre todo mi marido, va a ser difícil, pero al menos allí estaré acompañada de mi familia, que hasta ahora me ha hecho mucha falta.
Sé que mi familia me va a apoyar mucho y además tenemos un piso a nuestra disposición por lo menos nos servirá para comenzar.
Hemos matriculado a los niños en los colegios más cercanos a la espera de ver cual nos toca y aún sabiendo que no habrá ingresos o serán muy pocos, también es cierto que gastaremos menos...

Aún no hemos decidido qué hacer con la casa si venderla o alquilarla... y aquí nuestros sentimientos encontrados...
Desde que llegué a Chile soñaba con volver a España, y ahora que por fin vamos a hacerlo, me da pena dejar mi casa, las cosas que poco a poco hemos ido comprando... nosotros empezamos la casa por el tejado, empezamos a vivir juntos con una cama prestada y una caja de frutas que hacía de mesa, el sofá eran dos cojines en el suelo y éramos igualmente felices...

Ahora dejamos una casa llena de sueños, planes, proyectos... la casa que recibió a nuestros hijos al momento de nacer... amueblada por fin, con cosas por hacer todavía... con una lavadora recién comprada, jajaja!... Y me da pena!!

Siento que por más que me haya quejado aquí, Chile seguirá de alguna manera en mi corazón, no en vano han sido 11 años... es el país donde han nacido mis hijos, donde me casé, donde he aprendido a madurar, a vivir por mi cuenta, donde aprendí a valerme por mi misma...

Llevamos unos días bastante tristes... sabemos que la situación es difícil, pero esperamos salir de esta...

Así que en Junio... nos vemos por Bilbao!!

miércoles, 25 de enero de 2012

Consecuencias de estar en paro


Dicen que las parejas suelen separarse en vacaciones, tiene sentido si lo piensas, generalmente cada quien hace su vida, va a trabajar y vuelve cansado, comparte su vida con la familia, baños, cenas, y poco más... el fin de semana es entretenido porque se preparan para hacer cosas entretenidas, distraerse, etc...
Las vacaciones es cuando se pasa más tiempo... juntos...

Mi marido lleva desde enero engrosando las listas del paro... al principio él se mostraba optimista, tenía un buen CV, y me decía que no llorara porque no era tan preocupante, creía que este mismo mes tendría al menos alguna entrevista y además un plan B... es bueno tener un plan B por si no funciona el plan original.
De momento ni una sola llamada, ninguna entrevista... y no, no queremos tener que probar con el plan B que consiste en volver a España, vivir en casa de mi abuela que desde la muerte de mi abuelo está desocupada, y aún cuando no tengamos trabajo, al menos tendré una familia con la que llorar...

Lo malo de que él esté sin trabajo (además de lo preocupante de la historia, del qué haremos o cómo viviremos a partir de ahora), es que pasa mucho tiempo en casa...
Ahora que ya empieza a estar preocupado, la cosa se complica porque él ya de por sí es poco comunicativo, preocupado no habla nada, es cortante y seco... para colmo me he dado cuenta de que tiene poca paciencia.

A ver... yo sí he perdido alguna vez el control y le he dado un bocinazo a alguno de los niños o los dos, que todo depende... pero paso 24 horas al día con ellos, y ahora son 3... pero mi marido no aguanta estar todo el día con ellos y sólo lleva 25 días seguidos en casa...
Lo que realmente me molesta es que si yo me altero con uno de los niños, él lo critique... pero claro, cuando él lo hace simplemente tiene razón... no, hombre... así no son las cosas, porque digo yo... cuando yo pierdo la paciencia y riño a uno de los dos, me dices que exagero... pero qué haces tú???... pues exageras muchísimo más, porque yo llevo casi cuatro años dedicada única y exclusivamente al cuidado de los niños, y te diré algo más... sí, los niños son preciosos, son divinos, son un amor, te mueres con cada sonrisa, con cada salida de esas que no sabes donde meterte para que no veas que estas muerto de risa... pero... también cansan y agotan... que ya sé que no es lo mismo que el trabajo en la oficina, que debe ser extenuante... nada comparable con la tabla excel, la base de datos y la reunión con jefes y subordinados... los niños simplemente tienen pilas toooooooooodo el día, se pegan, se quieren, se hacen pipí, piden galletas sin control, quieren que juegues con ellos todo el rato, y desde luego que estés sentado en el ordenador todo el día no es tarea fácil con niños en casa... te molestarán a la hora de comer, ir al baño es misión imposible, te llamarán tres mil veces al día si pueden, y siempre querrán hacer lo que tú no les dejas... y por si no te ha quedado claro, querido marido mío, es que no podemos decirles todo el tiempo que estás ocupado, o que parezcan personas adultas porque son solamente niños... ellos no saben lo que es luego, un minuto o déjame escuchar tranquilamente... para ellos sólo hay (de momento un ahora)... y aunque para nosotros sea una auténtica bobada lo que necesitan, para ellos es importante...

Imagino que es simplemente que está preocupado, pero los niños no deben saber que algo va mal... debieran ser niños, jugar, reír y seguir ajenos a todo lo que nos pasa... Debieramos tener la capacidad de no ser transparentes, debieramos creer que ellos tienen un mundo perfecto porque nosotros debiéramos inventarles uno...

Ojalá mis hijos no se den cuenta de que papá y mamá lo están pasando mal...

lunes, 23 de enero de 2012

Unos nacen con estrella...

Y Diego definitivamente estrellado.

Remontándonos en el tiempo diré que cuando Sofía comenzó a gatear, en casa ya había dos escalones que daban al patio, y ella los subía y los bajaba con toda facilidad. Diego... uff! pues no se llevó golpes ni nada con estos escalones.

Cuando Diego comenzó a andar decidimos llevarle a la guardería, para poder hacer la casa más o menos tranquila y sobre todo planchar, pero más que nada para desconectar un poquito de niños también, que cuatro horitas al día tampoco les iba a hacer mal y yo podía ir al super y hacer las cosas... Bueno, pues a los pocos días me llaman y me dice que Diego estaba en urgencias porque se tropezó con sus propios pies y se pegó con el canto de una silla en la frente... resumiendo, puntos en la frente.

Como al perro flaco todo son pulgas, en ese mismo golpe se dio mil doscientos más... Así que hay va cicatriz que te crió, porque si había alguna posibilidad de que no se notara, con tanto golpe se le nota un montón.

En casa tenemos un jardincitio pequeño con una fuente en el centro... pues después de que le cicatriza la herida, jugando en el jardín se cae dentro de la fuente, con la mala suerte de que al hacerlo se muerde la lengua... y me direis que todo el mundo se ha mordido la lengua alguna vez, pero a Diego tuvieron que darle puntos en la lengua, lo que leeis... yo no lo hubiera imaginado nunca hasta que le pasó a Diego...

Después de la operación, y después de darle el alta salimos a los columpios y el niño tropieza con el corcho que hay en el suelo y se da de lleno contra un columpio y seguro que no lo adivinais... se levantó el alita de la nariz... consecuencia???... le dieron un punto en la nariz.

De vuelta en Chile en la guardería se choca con un compañerito y del golpe se hace una herida debajo del ojo izquierdo... no, no... esta vez no fueron puntos, pero sí parches de afrontamiento... y sí... tiene cicatriz.

Para colmo, después de que de que se le cura la herida, le pica un bichito debajo el mismo ojo y le hace una reacción alérgica, la mitad de la cara hinchada...

El sábado el niñito salta de la mesa al sofá (ojo, que se lo tengo prohibido, pero ya sabeis que generalmente el caso que pueden hacerne es nulo), yyyyyyyyyyyyyyyyyyy... con la tela del sofá se raspa debajo del mismo ojo!!!!!. Ahora tiene un pelón feísimo.

Ayer... sale de casa con la escoba y en el corredor del patio se pone la escoba delante sujetándola del palo... corre hasta chocar con una columna... se clavó el mango de la escoba en el estómago (para haberse matao).

Se ha caido ya por lo menos cuatro veces de la cama (ahora sacamos la cama nido para que si se cae lo haga en blando).
Y esto sin contar las operaciones, que tiene bronquitis todos los inviernos y dermatitis atópica...
Y que todos, todos, tooooooooooodos los días al menos se cae dos veces.

Está, o no está estrellado????.

sábado, 21 de enero de 2012

Primer día sola y sigo viva!!!


Mi marido pasó a engrosar las listas del paro desde principios de este mes... y ayer salió a hablar con varios conocidos, al Colegio de Abogados, a inscribirse en el Colegio de Árbitros, etc... en resumidas cuentas... me dejó sola con los tres. Y era la primera vez desde que nació Rocío que me quedaba con ellos.

Sobreviví aunque a duras penas.

En primer lugar cambié el pañal a Rocío y sí, sí... lo he hecho mil veces y además estoy acostumbrada a cambiar pañales, que si me pongo a pensar no he parado desde hace casi cuatro años... pero mira por donde, la niña se me hace caca encima!!... vamos que me pongo a cambiarla sobre mi cama porque aún era tempranito y me hace la gracia la condenada... no os cuento como quedé yo, las sábanas, edredón y demás... y lo peor es que no sé que tiene la caca de bebé, que tienes que frotarla y refrotar... venga, esto para empezar.

Sofía se quita el pijama para ponerse ropa de estar en casa, yo dando pecho a la peque... he de decir que hace mucho tiempo decidimos sujetar todos los muebles a las paredes... en primer lugar porque aquí tiembla mucho, hay probabilidades de terremoto y hay cosas que ya hacemos por inercia, sobre todo después del terremoto de hace dos años... no poner nada sobre las cabezas en la cama, ninguna balda, cuadro o lo que sea que se pueda caer encima... despejar todas las vías de escape, y sujetar los muebles para que en el peor de los casos no se caigan y bloqueen alguna salida o se caiga encima de alguien... y en segundo lugar porque los niños pueden subirse a los muebles y caerse... vale, vale... soy aprensiva.
Bueno, pues ahora que lo pienso o no soy tan cuidadosa como yo pensaba o mi hija más fuerte de lo que creía... el caso es que la cómoda donde guardo su ropita interior y la ropita de Rocío cedió y cayó al suelo...

Cuando oigo el estruendo y el grito de Sofía el corazón me dio un vuelco... dejé a Rocío en la cuna y salí corriendo, ella justo salía de su habitación temblando como una hoja, pobrecita la carita que tenía... afortunadamente el mueble no se cayó sobre ella... pero la habitación estaba hecha un desastre, toda la ropa por el suelo, las fotos que estaban sobre la cómoda esparcidas, algunas figuritas rotas... en fin... lo importante era que la niña estaba bien, con el susto en el cuerpo, pero bien.

Y como hay cosas que no fallan... por ejemplo, limpias los cristales y se pone a llover... (bueno, menos aquí, que cuando dicen que es clima mediterráneo se deben referir a Benidorm), pues hay otras cosas que tampoco fallan... me pongo a darle pecho a la niña y los mayores se pegan mientras comen... o simplemente no quieren comer... "Diego siéntate!... Sofía come!... he dicho que por favor te sientes, qué termines de comer... no te atiborres a agua que luego no comes!" Y eso que hay que dar pecho con mucha calma, con tranquilidad y con mucha paciencia... pero es que se me agota por momentos...

Y ya para terminar la mañana Diego salta encima del sofá con su mala suerte y se roza el ojo con la tela del sofá, consecuencia una quemadura debajo del párpado, todo esto en cuatro horas... sino llega a entrar papá por la puerta, creo que me hubiera colgado del manzano...

jueves, 19 de enero de 2012

Lo que el Niño Jesús no se llevó.


Sofía dejó todos sus chupetes en el pesebre el día 24 de Diciembre. Los dejó allí porque el Niño Jesús vendría esa noche y necesitaría chupetes porque era un bebé y a cambio le dejaría a ella un montón de regalos.
Muy bien, la teoría sí se la sabía... La Virgen lavó los chupetes y se los dió al Niñito Jesús, San José por su parte le trajo un montón de juguetes... y qué feliz estaba ella con todas las cajas envueltas en papeles de colores, lo qué disfrutó jugando con tanto muñeco, patín y demás...
Y lo grande que se sentía por no llevar chupete!!... Si a todo el mundo le contó lo mayor que era porque regaló toooooooodos sus chupetes.

Claro, y la madre más orgullosa de su retoño no podía estar... estaba hinchadísima de orgullo... hasta que descubrió lo que el Niño Jesús no se llevó...
Y no se lo llevó porque es algo que mi hija tiene pegado a ella desde que nació, y es su dedo pulgar!!.
Tachán!!... ahí estaba, apareció justo en el momento en que más lo necesitaba mi niña... bueno, no... no apareció... ella lo descubrió porque tenerlo ya lo tenía...

El caso es que no sé si fue mejor el remedio que la enfermedad, el chupete ya he visto que ha sido fácil, fue cuestión de esconder los 20 chupetes en una cajita (por si acaso) y listo... pero qué hago con el dedo?... ese no lo puedo esconder en una caja de tarjetas... me da una pena horrible ponerle picante o peor aún... vendárselo para que no lo chupe.... además esto último sólo funcionaría por la noche, pero es que para ella ya es costumbre, se lo lleva a la boca cada cinco min.

Le hemos dicho que puede salirle heridas, de hecho ya tiene una marquita pequeña en el dedo, pero nada surge efecto. Y claro... no sabemos si es mejor devolverle el chupete, aunque yo pienso que sería volver a empezar.

Sé que habrá tantas opciones como niños hay en el mundo... pero vaya que siempre elijo la que no es.... Tal vez no tenía que haberla apurado a dejar el chupete sino estaba lista, pero pensé que esa sería la oportunidad de oro... íbamos bien... de verdad que sí... pero de nuevo volvemos a caminar como los cangrejitos... o como María... un pasito pa'lante y otro pasito pa'trás....

martes, 17 de enero de 2012

Siesta o no... he ahí la cuestión.

Y es que mis hijos hace mucho tiempo que no duermen siesta. Lo he intentado por h y por b, pero no había caso. El problema es que a las cinco de la tarde los dos están muertos de sueño, sobre todo Diego que además es llorón, pesadísimo cuando no duerme y empalagoso... En serio es un niño que con sueño cansa muchísimo. No habla sólo llora y llora, no es capaz de explicarte nada porque todos son pucheros, todo le molesta, no quiere nada, no juega... y ¿¿¿he dicho ya que llora???.

Sofía lo lleva mejor, pero también la he pillado varias veces medio dormida a las cinco o seis de la tarde... hora que ya no me conviene que duerman esa pequeña siesta porque entonces tenemos niños hasta las doce de la noche seguro, sobre todo Diego, que yo digo que es como los teléfonos móviles, los cargas cinco minutos y duran cinco horas.

Esos son mis problemas, si duermen por poco que sea, el día se hace eterno, parece que no acaba porque los niños dan guerra hasta más allá de las doce, sino duermen me paso la tarde entera tratando de mantenerles despiertos y eso ahora con Rocío se complica mucho más.

Creo que no he comentado que le estoy dando pecho a la niña y generalmente a la hora de darle de comer a la peque siempre hay alguno que se duerme y lo paso realmente mal, justamente porque la niña por la noche aún se despierta dos veces y una de las desventajas que le veo a esto del pecho es que no hay nadie que pueda hacerlo por ti, así que estoy cansada... cansada de lidiar con los mayores para que duerman o no se duerman y cansada porque a las doce yo ya quiero estar en la cama hace horas y si duermen siesta siguen al pie del cañón...

Lo malo es que con todo este estrés, aún no bajo los kilos del embarazo, si es que esto debía tener una parte positiva y no... aún no se la veo.

miércoles, 4 de enero de 2012

Despedidas, reencuentros, realidades y otras cosas...


Después de dos meses acompañándome, ayudándome y haciéndonos esa comida tan rica que sólo ella puede hacernos... mi madre se ha ido.
Hoy a las dos de la tarde cogía el avión con destino a Bilbao, y yo la verdad es que desde ese momento ya he empezado a echarla de menos.

No voy a mentir, nos queremos con locura pero siempre peleamos, y esta vez no iba a ser menos... incluso batimos un récord... esta vez discutimos el tercer día de estar juntas... pero yo no sabría que hacer sin su ayuda, consejos... sin ella.

He aguantado muy bien el tipo durante toda la mañana, pero a la hora del abrazo ya no pude evitarlo, he llorado como una niña y es que, en el fondo es mi madre y creo que a una madre no sólo la necesitas en la infancia y adolescencia, la necesitas siempre... y yo desde que estoy en Chile, la necesito más que nunca.

Mi realidad ahora es que esoy sola, bueno con mi marido y por supuesto mis pequeños, pero la ayuda de mi madre ha sido increíble. Mi realidad es que ahora tengo que sacar ojos, manos y energía de donde no sabía que podía encontrar.
Desde que hemos llegado hoy a casa no he parado hasta ahora y ya es hora de irse a la cama, que la pequeñaja no va a perdonar su toma de las dos de la mañana y desde luego no le va a importar si yo estuve o no contando mis penas por aquí.

Eso sí, desde hoy me reencuentro con todas vosotras... que es lo que tienen las madres pero era verme delante del ordenador y ya estaba diciendo "que estaba todo el día enganchada, que así me lucía el pelo, que ya podía ir olvidándome del ordenador con tres niños..." y os imaginais un largo etc... verdad??.

Claro que hablando de reencuentros... debo reencontrarme con la plancha, hoy de refilón he mirado el cesto de la ropa para planchar y si no es porque ya estaba un pelín deprimida me volvía a deprimir... a velocidad se reproduce la ropa en ese cesto?... voy a tener que revisar bien la pared que separa la casa de la vecina y la mía porque estoy convencida que por las noches me pasa ropa...

Y hablando de niños os diré que Rocío cada día está más despierta, que es tiene una mirada super vivaracha, mantiene muchísimo la cabeza erguida y si por una casualidad se le cae la levanta enseguida... sonríe muchísimo (ya, ya... si ya sé que es algo incontrolado, pero se me cae la baba igual, jajaja).
Diego cada día está más mañoso, llora hasta por lo que no debe llorar... qué horror de días con él... Aquí ahora tienen vacaciones y están en casa, y es una locura!!... ah! y tiene una papitis que me pone enferma de verdad.... El tema de las caquitas lo lleva mejor, pero no del todo.
Y Sofía... ha dejado el chupete!!... bien!!... bueno, en esto debo felicitarla a ella porque era realmente adicta, pero lo han dejado los dos. Se lo dieron al Niño Jesús porque era chiquitín y no tenía chupetes, así que ellos se los pusieron en el pesebre para que cuando llegara el día 25 tuviera chupetes y así no lloraba..., si es que a peliculera no gana nadie a mi hija, jajaja!. Si hasta dijo que María había lavado los chupetes y San José había traído los regalos... en fin... imaginación no le falta a la chiquitina.
Super bien con el tema del pañal, ya no se hace pipí por la noche y hasta se levanta para avisar que quiere hacer en el baño...

Pues nada... esto de momento y como ya no tengo a mi madre detrás diciendo que esto es perder el tiempo... seguro que os veo más seguidito...

Besos.