lunes, 3 de diciembre de 2012

Culpable por no mirarla



El viernes fue un día raro, difícil, para olvidar, pudo pasarme de todo y de hecho me pasó. Todo empezó llegando raspados al colegio porue desde que mi señor marido no está en casa todo se complica un poco más.

No recuerdo como poco a poco el día fue complicándose, pero llegó un momento en que pensé qué más puede salir mal??... y no has terminado de decirla, de pensarla... y te das cuenta de que puede pasarte más, mucho más.

Fui a buscar a los niños con bastante bajón anímico, si hasta por ser mala leche el día, a mi señor marido le da por decirme que no quiero buscar un tiempo al día para hablar con él tranquilamente, como si a mí se me hubiera ocurrido la brillante idea de viajar a Chile por más de mes.... y así, con la mala sensación en el cuerpo, el cansancio acumulado y ese abotargamiendo de cabeza típico de una jaqueca que acaba de pasar, fui al colegio.
La andereño de Diego quería hablar conmigo un poquito, así que dejé que todos los papás recogieran a sus niños y cuando quedó por completo desocupada me acerqué a ella, en ese momento Sofía me dijo que quería beber agua, así que yo le dije que cuando terminara de hablar con andereño iríamos a la fuente a beber agua.

Lo que hablé con la profesora de Diego fue muy breve, coordinar una cita para hablar de la adaptación del niño y comunicarme que estaba en la lista para que la logopeda del colegio le viera... eso fue todo... y al darme la vuelta, Sofía no estaba.
Tomé de la mano a Diego y nos encaminamos a la fuente, allí no estaba.
Pregunté a una amiguita que estaba jugando allí si la había visto, me dijo que sí y que se había ido corriendo en dirección a la gela (aula) de Diego, allí nos fuimos nuevamente, y no, no estaba allí. Avisé a la profesora de Diego que no la veía, y ella se quedó con el niño mientras yo me daba otra vuelta por el patio lleno de niños y sobre todo niñas con uniforme azul, lazos azules, chaquetas azules, de repente el patio del colegio me pareció la aldea de los Pitufos o uno de los libros en los que tienes que encontrar a Wally...

No fue mucho tiempo, pero me encontré dando una vuelta sobre mi misma y darme cuenta que no encontraba a mi hija, el pánico se empezó a apoderar de mí, me sentí la peor madre de este mundo, me costaba respirar y no podía pensar en nada. De repente noté un toque en la espalda, al girarme allí estaba el conserje del colegio con una niñita de la mano... Empecé a llorar como una niña pequeña, sin consuelo y sin poder articular palabra, sólo agarré a Sofía de la mano, y traté de dar las gracias a Santi, esta maravilla de hombre que siempre está atento a todo lo que ocurre en el colegio...

En cuanto a Sofía, ni la achuché ni la sermoneé, me miró y me dijo, mamá, yo también estaba llorando... Me imagino, cariño... mamá tenía mucha pena porque no conseguía verte... fue ella la que se abrazó y yo no podía dejar de llorar pensando en qué hubiera sido de no volver a verla, de que mi día había sido malo, pero nunca ni la cuarta parte de terrible si no hubiera encontrado a la niña...

Todavía no se me pasa el susto, no hago más que darle vueltas al asunto, ¿cómo pude perderla de vista?
No dejo de culparme y pensar que quedó en un susto, pero pudo haber sido el peor error que haya cometido en mi vida, dejar de mirarla un par de segundo...

Afortunadamente está en casa y todavía me dice que no se va a separar de mí, ojalá el susto nos haya servido a las dos!.

8 Aleteos:

Trax dijo...

Creo que no debes culparte, eso nos ha pasado a todos (a mi como hija, y me acuerdo como si fuera ayer).
Seguro que ella también ha aprendido y no se alejará sin avisar.
Espero que tengas una estupenda semana.
Un besote.

AzulLila dijo...

No te martirices, no has tenido la culpa, no podemos estar a todo. Lo que te ha pasado le puede pasar a cualquiera, se pasa fatal, pero lo bueno es que sólo ha sido un susto! Y de más madre nada! Eres la mejor madre para tus hijos, no lo olvides!!!
Un abrazo y ánimo!

Mo dijo...

Entiendo la culpa, somos expertas en desarrollar esos sentimientos...pero lo cierto es que algo así nos puede ocurrir a cualquiera. Por suerte ha sido sólo un susto. No te sientas mal...
Un besote.

Drew dijo...

Buf, menudo susto, pero efectivamente, le puede pasar a cualquiera y seguramente ella también haya aprendido que no hay que separarse de mamá. Besos!

porfinyomisma dijo...

A quién no le ha pasado reina?? No le des vueltas, es imposible no perderlos de vista en algún momento, y sólo necesitan medio segundo para despistarse...Yo perdí a Alejandro en unos grandes almacenes...Horrible la sensación, inmenso el alivio.

Beso enorme preciosa!!

Paris dijo...

Momentos como estos le dejan a una sin aliento y con el alma rota...cuanto me alegro que haya quedado en un simple susto,la niña está bien y está con su familia, que es donde debe estar.
No le des más vueltas, es una terrible tortura.

Un besazo...y cuanto timepo sin saber de ti...si no es por el coment que me dejaste ni me entero que has vuelto!!! estuviste tanto tiempo perdida...

Sole Moeder dijo...

Pues a mi me pasó algo para nada parecido pero similar. Tuve un accidente y al final acabé llorando como una tonta más preocupada por mi hijo que por mi.

Un poco baja de moral? Debe haber epidémia porque yo estoy igual. Si te pasas por mi blog ya lo entenderás.

Asco de ser madre! Te lo digo yo.

Dácil Muñoz dijo...

¡¡¡Que angustia!!! Yo perdí a Iván y te juro que se me paró el corazón hasta que lo encontré de nuevo. La realidad se volvió diferente y en los pocos minutos en los que estuvo perdido me dio tiempo a imaginarme cien mil posibilidades a cual más horrible. Menos mal que tanto lo de IVán como lo de Sofía quedó en susto.