jueves, 8 de septiembre de 2011

La noticia de un cáncer. Un año después


Ahora mismo no sé que puede pensar una mamá cuando su hijo cumple 16 meses, supongo que ha llegado ya la hora de la operación pañal, la operación chupete fuera, ese tipo de cosas... y seguramente era el tipo de cosas de las que yo estaba preocupada cuando Diego cumplió esa edad.
Pero un 8 de Septiembre, hace ya exactamente un año, a las 9 de la mañana, la neuróloga me dijo, su hijo tiene cáncer... y yo sólo miré a mi bebé... estaba jugando tranquilamente con un trenecito de madera que había en la consulta. "Vamos hombre, tienes que estar de broma!!?". No me dio tiempo a nada, ni siquiera a reaccionar, la miré, sonreí y ella me explicó que ya estaba todo listo en oncología infantil, que nos estaban esperando para explicarnos todo sobre la enfermedad de Diego y que antes debíamos pasar a hacer unos exámenes de sangre...

Y allí estaba mi gordito, tranquilo, mirando sin entender, sonriendo como siempre... Cogí el trenecito de madera, lo dejé en su sitio, levanté a mi hijo del suelo, y me despedí con la misma sonrisa con la que seguramente entré a la consulta, dando las gracias por todo...

Después llegamos a extracciones infantiles, miré a cada niño, a cada papá que seguro tenía su propia historia, mejor o peor que la nuestra, quien sabe... nadie lleva a su hijo tan pequeño a que le saquen sangre por placer... y yo miré al mío... "tienes cáncer!!... qué se supone que piensa una madre al saber algo así?... qué voy a hacer?... qué vamos a hacer??".

No puedo explicar todo lo que sentí ese día, mirar a mi gordito tan ingenuo, tan inocente y pensar que... "no, mejor no pienses algo así, saldremos de esta seguro!!. Sécate las lágrimas, él no entiende nada, no sabe porque lloras y se va a asustar, eso es... una sonrisa, juega con él como si nada y dile lo mucho que le amas".

Y eso es todo lo que pensé... pensé que mi hijo era el mismo de hacía un mes, de hacía un año, un niño inmensamente feliz, que jugaba y reía, que estaba aprendiendo a comer solito sin tirar los granos de arroz, un niño al que le seguía gustando tomar biberón, que le encantaba que le achucharas y tremendamente besucón... era mi niño, y algo así no nos iba a impedir que disfrutáramos día a día de tenernos, y pasaríamos completamente esta etapa, sin una lágrima.

Después de sacarle sangre, tuve que llamar a mi casa, explicarle a mi madre por qué no iba a llegar tan pronto como ella pensaba, llamar a mi marido que en Chile serían las 4 de la mañana para darle una noticia que le congelaría el corazón... llamar a mi tío porque estaba tan paralizada que estaba segura de entender todo lo que me dirían en oncología...
Después de tratar de calmar a todo el mundo... sí, calmarlos, yo a ellos... subí con mi gordito a la sexta planta y es en ese momento que sentí que mi vida estaba cambiando...

Lo primero que vi al salir del ascensor: Hospital de Día Infantil. Oncología Infantil.
Llené mis pulmones de aire y caminé... había niños sin pelo, sin cejas... pero todos sonreían. Las mamás, no sé si era casualidad o no, pero todas estaban flaquitas... pero también sonreían. Lo mismo que los papás.
Todos se hablaban, todos se conocían y todos saludaron, preguntaron y me contaron sobre ellos... lo que me vino a la mente es: Madre mía!!... es como si fueran una gran familia!!...
Y sí... lo eran, lo son... y de verdad cambió mi forma de ver esta enfermedad...

Me di cuenta de que el cáncer sí existe, que no son fotos que cuelgan en los ambulatorios para que en algún momento alguien sienta pena... son niños de verdad, más de los que creemos en realidad. Que son niños que sonríen porque no dejan de ser niños... y pasados los meses me di cuenta, que son ellos quienes realmente nos enseñan a vivir la vida. Que el afán de superación no es ascender en tu trabajo, es luchar contra una enfermedad que amenaza con tu vida, es sonreír aún cuando no te quedan ganas, me enseñaron que ninguno de mis problemas era tan grande como para hundirme, que ellos apenas con unos meses de vida o con 15 años, valoraban lo que tenían más que nada en este mundo...

Mi hijo, con sólo 16 meses, me dio una lección que no podré olvidar jamás... que la vida merece la pena vivirla, y vivirla desde los ojos de alguien que no conoce otra cosa que levantarse para respirar y seguir aquí...
Sé que no me estoy explicando como me gustaría... pero en estos momentos, desde ese día, pensar en aquél 8 de septiembre y todo lo que vino después, hace que las sensaciones, los sentimientos se agolpen y si bien sí sé lo que viví y sentí, no puedo explicarlo.

Hoy hace un año... hoy hace exactamente un año que nuestras vidas cambiaron. Hoy hace un año que el cáncer entró en nuestras vidas y hace un año que mi hijo me dio la lección más importante en mi vida. El poder de la sonrisa, el poder de la inocencia, de la lucha constante... Que el cáncer es más que una enfermedad individual, es una enfermedad familiar, arrastra a todos con él... que oncología no es un sitio a mirar con miedo, que hay personas que lloran, que sufren sí... pero también personas que te miran con cariño, que te tienden una mano, que siempre tendrán un pañuelo cerca, que compartiran contigo un café...

Hoy he llevado a Diego a la guardería como todos los días, y hoy me he dado cuenta de que está tan grande!!. Y hoy me he dado cuenta que puedo volver a llorar al menos un poquito... esta vez supongo que de felicidad, sabiendo que tengo a mi niño cerca, que le puedo besar, acariciar y achuchar... Nunca quise tener favoritos, pero creo que Diego siempre será mi niño especial...

15 Aleteos:

Rachel dijo...

Si palabras...me saco el sombrero.
hermoso, emotivo,tierno..real.
un abrazo

Raquel dijo...

Gracias Rachel.
Pensé que iba a llevarlo mejor, pero hoy no he parado de llorar...
Gracias por pasar por aquí.

mistrucosparaeducar dijo...

Chica Raquel, me has hecho llorar. No sabes cuánto te entiendo, porque aunque yo no he pasado por un cáncer, a mi Mogli le diagnosticaron un problema en los riñones en la semana veinte. A los cinco días de nacer, me dijeron que ya había perdido uno y que había que operar de urgencia, porque el otro estaba muy tocado. Así que el gordo con veinte días ya estaba en quirófano. Por suerte todo ha pasado y es un niño fuerte y sano. Tampoco sé explicar lo que sentí y pasé. Es como haber estado en una nube. Aprendimos mucho aquellos días.
Espero de corazón todo lo mejor para tu hijo (que por cierto, es precioso) y para tí.
Un beso fuerte.

Raquel dijo...

Laura: Yo tengo una amiga que pasó por lo mismo que tú, sólo que a su hijo lo operaron un poco más tarde porque pensaban que aguantaría mejor la operación un poco más mayor.
Creo que la noticia de un cáncer es fatal en cualquier familia, sea quien sea el familiar, pero en un hijo es terrible (me imagino que lo mismo pasa con otro tipo de enfermedad y/o intervención).
Yo no sé cómo lo pasasteis vosotros, pensando ne pruebas y más pruebas (y claro, con la diferencia que mi niño era un "hombrecito" en comparación de un recién nacido como el vuestro), pero para mí fue horrible el pasar "sola" por todas las pruebas, pinchazos, etc...
A veces pienso que es mejor olvidar aquella parte, y otras me obligo a retenerlo porque quiero contarle algún día lo valiente que fue y quiero ser lo más cercana a la realidad posible.

Yo también espero y deseo que Mogli esté bien y me alegro de corazón que sea un chico fuerte y sano.
Hemos aprendido a la fuerza muchas cosas que tal vez hubiera sido mejor no tener que aprender...
Gracias por tus palabras... y será que yo también estoy sensiblona y embarazada, pero sea lo que sea, no he parado de llorar...

mistrucosparaeducar dijo...

Ánimo guapa!!
Creo que como madres podemos aguantar carros y carretas, podemos superar millones de cosas, siempre y cuando veamos a nuestros hijos sanos y felices. A nosotros nos dieron "casi" el alta este febrero, y ya es prueba superada. Creo que vuestro proceso es más largo y más incierto, y que tendrás licencia para llorar y desahogarte, no?
De verdad, otra vez, ánimo y cuidate!!! No vayas a ponerte de parto entre lágrima y lágrima!!

Madi dijo...

Uff, me tienes llorando desde elprimer párrafo. Muchísimo ánimo,mucha fuerza, mucho cariño y mucha energía positiva. Un besazo

MaGiA dijo...

buff! estoy conmocionada. No puedo siquiera imaginarme lo que tiene que ser pasar por un trance semejante.
Muchas gracias por compartir tu historia, por desnudarte así.
Muchas gracias por reconectarme con la vida.
Te presto mi pecho de pañuelo para tus lágrimas cuando te apetezca llorarlas.
Muchos abrazos tiernos de salud, de amor, de alegría, de fuerza para todos vosotros!

London dijo...

Creo que hasta que una madre no pasa por eso no se sabe el dolor y la valentía que se ha de sacar adelante. Yo lo pasé con mi madre hace algo mas de un año y no quiero ni imaginarme como debe ser con un niño.

Bravo por ti y bravo por el pequeño. El cáncer tiene cura solo hay que creer en ellos

Raquel dijo...

Laura: La verdad es que por fin me he dado licencia para llorar, pero muy poquito y siempre a solas, cuando supe de la enfermedad de Diego le prometí hacerle el proceso lo más fácil posible, y eso incluía no llorar, ni tener cara lánguida todo el día... Voy a contar una tontería, pero después de pasar días y días con agujas y verle llorar a todas horas porque no quería que le pincharan de nuevo, tuvo la mala suerte de caerse y levantarse la aletita de la nariz, le llevé a urgencias y me dijeron que había que darle puntos, entonces le tumbaron en una camilla conmigo delante y no tuve la fuerza necesaria para aguantar, creo que las enfermeras me miraron mal, pero esos min. que pasó allí poniéndose los puntos, fueron los únicos en los que me vi derrumbada... hasta ese día había estado a su lado, viéndole llorar y cantándole, tocándole la manita, jugando con marionetas... ni sé... Pero bueno, ahora sólo lo pasamos mal una vez cada tres meses y me doy permiso para bajar la guardia.
Gracias.

Madi: Gracias!! Creo que lo que más nos ha ayudado siempre ha sido esa energía positiva de todos los que nos han rodeado...

Magia: Lo cierto es que yo al menos estaba acostumbrada a pensar en el cáncer (que en mi familia sí ha habido) pero en personas mayores, no lo ves tan de lejos pero tampoco tan de cerca... y cuando me dijeron que era mi hijo el que lo tenía, no entendí nada... aún no había disfrutado la vida, jamás se ha fumado cerca de él, ni ha bebido alcohol, siempre comida sana... cómo podía pasar algo así???... El cáncer de Diego es en el sistema nervioso, pero aún así uno no para de darle vueltas y pensar, qué ha hecho un niño tan pequeño para que le toque algo así???. Pero entrar en oncología te hace ver que incluso hay niños más pequeños que el tuyo sometidos a quimio... a mí se me paralizó el corazón cuando ví los cables de quimio junto a una cuna... creo que ahí toqué suelo y me di cuenta de que no era un sueño, ni una alucinación... estabamos allí y sólo se podía tirar para arriba.

London: Eso fue lo primero que nos dijo la oncóloga, que el cáncer tiene cura... aún así como madre, el que te digan que tiene cura no te consuela tanto como yo imaginé... Lo que sí me dio muchas fuerzas fue ver que mi hijo a pesar de todo lo que le hacía y todo por lo que tenía que pasar, lloraba y protestaba en el momento... la "pupa" sólo era mientras lo estaba pasando, después de que le quitaban agujas y cables volvía a ser él... esa fuerza que él tenía, me daba muchas más a mí... me siguen dando, en realidad.
Qué tal está tu madre???.
Gracias por tus palabras.

Madi dijo...

Porcierto, acabo de ver el comentario en el de Jeza, mirate el bee de bogaboo, lo tiene una amiga y me parece el mejor carrito del mundo! Solo una pieza desde el principio!

porfinyomisma dijo...

ay nena, no me hagas esto a la vuelta de las vacaciones, que estoy llorando como una Magdalena...
No me puedo imaginar lo duro que es, Raquel, de verdad.
ERes una mujer increible. ERes una supermamá y tu Diego un campeón.
Pienso en cualquier enfermedad en cualquiera de mis hijos y se me encoge el corazón. Más en un cáncer, que sólo la palabra asusta. Y paraliza.
Te mando un abrazo muy muy fuerte guapa...

Alicia dijo...

Enhorabuena por ese niño valiente y campeón, y por ser como sois. Alguien dijo una vez..."nunca supe si era fuerte, hasta que ser fuerte fue la única opción", me quito el sombrero por vosotros. Mucha suerte con la recuperación, y enhorabuena por esa familia..., que veo que va a crecer ;). Te sigo desde ahora.

Dácil Muñoz dijo...

Es un post muy emotivo. La verdad es que se saltaron las lágrimas leyéndolo. Creo que te has expresado a la perfección porque veo que nos ha llegado a todas al corazón. Me alegro de ver a tu hijo tan feliz en la foto.

porfinyomisma dijo...

oye guapi, para animarnos un poquillo te he dejado un premio en mi blog ;-)

Raquel dijo...

Gracias chicas, sois un sol!!.
Madi: Bugaboo siempre me ha gustado, muchísimo, pero como no encuentre algo de segunda mano, no sé yo, son carísimos, jajaja!.
Mamade5: Me encantó esa frase, es muy real. Creo que todas como mamás hubieramos hecho igual o más aún, son nuestros niños, nuestros bebés, y hay que luchar tanto como luchan ellos.
Madre Desesperada: La verdad es que yo también le veo feliz, y además es el payasito de la familia... uff! de verdad que a un año de aquello, sólo puedo pensar en cómo haría en mi vida sin él...
Porfinyomisma: Voy a buscarlo!! Muchas gracias!!.